Azoospermia
Azoospermia
Aunque las causas de la infertilidad en el hombre pueden ser muy diversas; la azoospermia se cuenta como uno de los problemas más condicionantes.
¿Qué es y cuáles son las causas de la azoospermia?
Antes que nada, si revisamos las estadísticas mundiales de infertilidad en parejas; existe un alarmante 30% de casos que señala la causa del problema en el integrante de sexo masculino.
La azoorpermia no es más que la ausencia total de espermatozoides en el semen y de hecho, una gran sección dentro de este porcentaje se asocia a esta condición; siendo posible diferenciar 2 causas probables para ello:
- Azoospermia secretora. Es la más frecuente y se caracteriza por una inexistente producción de espermatozoides en los testículos. No obstante, esta limitación puede ser provocada por diferentes factores: condiciones congénitas, hormonales, genéticas o alguna sobrexposición a agentes tóxicos.
- Azoospermia obstructiva. Como su nombre lo indica, a pesar de existir producción de espermatozoides a nivel testicular; alguna alteración congénita o provocada en los conductos espermáticos impide su flujo natural. Un ejemplo de esto puede verse en la deformación del conducto desde el nacimiento, algún traumatismo o la consecuencia planificada al practicarse una vasectomía.
En tanto que la azoospermia comprende la ausencia total de espermatozoides, no debe confundirse con la oligospermia; otro término clínico que se utiliza cuando existe producción espermática, pero ésta se encuentra disminuida en el individuo.
Diagnóstico y tratamiento
Primeramente, en función de los hallazgos que el especialista vaya identificando; las acciones pueden variar completamente de un paciente a otro.
En consecuencia, gracias a la biopsia testicular es posible lograr la extracción de una muestra espermática desde algún lugar del testículo (una alternativa bastante eficaz en pacientes con azoospermia obstructiva que consideren aplicar métodos de fertilización asistida para procrear).
En cualquier caso, este procedimiento es bastante rápido y poco invasivo (se lleva a cabo en tan solo 20 minutos con el paciente bajo sedación). Para ello se pueden aplicar 2 técnicas diferentes:
- Una pequeña incisión de 1-2 cm que permite ingresar, extraer tejido y cerrar con una sutura simple.
- La punción con aguja, que permite hacer la toma de muestras por aspirado con un instrumento especial.
Aunque esta última es menos invasiva, la cantidad de tejido que se obtiene es en proporción mucho menor; haciendo de ella una técnica poco confiable en opinión de muchos especialistas.
Finalmente, hay que destacar que en la actualidad la biopsia testicular representa hasta un 50% de efectividad en pacientes con azoospermia secretora; entre los cuales logra ubicarse una pequeña producción de espermatozoides en algún punto del testículo.
Por último y no menos importante, durante el proceso diagnóstico y/o tratamiento de la azoospermia, es probable que el paciente deba modificar patrones de conducta (un ejemplo frecuente ocurre en individuos expuestos a algún agente tóxico que deben modificar su rutina diaria).
En este sentido, el solo hecho de cambiar un hábito o ambiente puede mejorar y servir de refuerzo a otros tratamientos como las dosis hormonales; procedimiento que se aplica en algunos pacientes para reactivar la espermatogénesis.
En cualquier caso, este procedimiento es bastante rápido y poco invasivo (se lleva a cabo en tan solo 20 minutos con el paciente bajo sedación). Para ello se pueden aplicar 2 técnicas diferentes:
- Una pequeña incisión de 1-2 cm que permite ingresar, extraer tejido y cerrar con una sutura simple.
- La punción con aguja, que permite hacer la toma de muestras por aspirado con un instrumento especial.
Aunque esta última es menos invasiva, la cantidad de tejido que se obtiene es en proporción mucho menor; haciendo de ella una técnica poco confiable en opinión de muchos especialistas.
Finalmente, hay que destacar que en la actualidad la biopsia testicular representa hasta un 50% de efectividad en pacientes con azoospermia secretora; entre los cuales logra ubicarse una pequeña producción de espermatozoides en algún punto del testículo.
Por último y no menos importante, durante el proceso diagnóstico y/o tratamiento de la azoospermia, es probable que el paciente deba modificar patrones de conducta (un ejemplo frecuente ocurre en individuos expuestos a algún agente tóxico que deben modificar su rutina diaria).
En este sentido, el solo hecho de cambiar un hábito o ambiente puede mejorar y servir de refuerzo a otros tratamientos como las dosis hormonales; procedimiento que se aplica en algunos pacientes para reactivar la espermatogénesis.
Especialidades que se integran para tratar la azoospermia
Sin duda la azoospermia afecta la función reproductiva del hombre; siendo esta la razón por la que se trata de una patología compleja en la que intervienen diversas especialidades médicas según las causas, expectativas o diagnóstico del caso.
Por ejemplo, además del urólogo, la intervención de un endocrinólogo servirá para evaluar las funciones hormonales y metabólicas del paciente; mientras que un genetista analizaría posibles trastornos hereditarios relacionados con la condición.
Obviamente si más allá de una probabilidad existe la clara intención de concebir; los especialistas en el área de fertilidad pasan a ser un elemento clave para lograr este objetivo.
En cualquier caso, la buena comunicación con tu médico especialista te ayudará a tomar la decisión adecuada en el momento oportuno.
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