Incontinencia urinaria en Panamá
Aunque resulta algo penoso, la incontinencia urinaria puede afectar a personas de cualquier edad; pero con la ayuda profesional indicada, puedes mejorar tu calidad de vida.
¿Qué es la incontinencia urinaria?
Básicamente, la incontinencia urinaria no es más que la pérdida de orina de forma involuntaria. Esto sucede cuando los músculos de la vejiga se contraen y aquellos que contienen el esfínter no son lo suficientemente fuertes para cerrar la uretra; provocando una necesidad urgente de orinar, que no siempre es posible controlar.
En particular, la incontinencia urinaria no se trata como una enfermedad, ya que viene a ser una consecuencia de alteraciones que se producen durante la fase de llenado vesical y están presentes en numerosas patologías.
En consecuencia, su tratamiento forma parte de un conjunto cuando el especialista procura resolver otras condiciones médicas. Existen varios tipos de incontinencia urinaria:
Incontinencia de esfuerzo
Es el tipo más común entre mujeres jóvenes.
Se produce cuando los músculos del piso pélvico están debilitados y ejercen presión sobre la vejiga y la uretra; provocando que actos cotidianos como toser, estornudar o reír causen escapes imposibles de controlar.
Incontinencia de urgencia
Se presenta cuando la pérdida de orina se origina ante la necesidad fuerte de orinar, que no permite llegar al baño a tiempo.
Este tipo de incontinencia es conocida como vejiga hiperactiva, y puede suceder en cualquier momento: al dormir, luego de tomar agua o al contacto con agua fría.
Incontinencia mixta
Por otro lado, la incontinencia mixta viene dada por una hiperactividad del músculo detrusor que se suma a un trastorno en los mecanismos esfinterianos.
Se origina a causa del mal funcionamiento del cuello vesical que permite el ingreso de orina a la uretra proximal, dándole a entender al detrusor que se inició el proceso de vaciado (micción), liberando el reflejo que produce su contracción.
Incontinencia por rebosamiento
Esta condición se produce a partir de alguna obstrucción que causa una vejiga distendida e imposibilita el vaciado.
Aunque es quizá uno de los tipos que puede pasar desapercibido durante algún tiempo, generalmente el paciente termina quejándose de un goteo de orina frecuente, lo cual se debe a que la vejiga no llega a vaciarse por completo.
Incontinencia psicógena
Luego tenemos esta incontinencia relacionada con los estímulos externos. En este caso, los cambios que afectan nuestros sentidos (como el frío y el contacto al agua) producen los escapes de orina.
Del mismo modo, las emociones fuertes como miedo, angustia, fobias y manías pueden desencadenar estos episodios.
Incontinencia neurológica
Finalmente, esta incontinencia se relaciona con las alteraciones de la dinámica miccional que controla el sistema nervioso. Entre los principales trastornos que se registran dentro de este grupo tenemos los accidentes cerebrovasculares, esclerosis múltiple y la enfermedad de Parkinson.
Los escapes o fugas de orina originan un problema higiénico, social y psíquico que influye en la rutina diaria de quien lo padece y reduce su estilo de vida.
¿Qué causa la incontinencia urinaria?
Sin duda las causas de la incontinencia urinaria son muy variables, ya que puede ser provocada por hábitos diarios, enfermedades subyacentes o problemas físicos. Es por ello que resulta sumamente importante acudir con un profesional de la salud que determine su origen.
Algunas de las posibles causas conocidas son:
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- Constipación. Este problema se ve relacionado con la incontinencia debido al esfuerzo adicional que el cuerpo realiza en estas condiciones; lo que provoca el debilitamiento de los músculos y pérdida de orina.
- Sobrepeso. El exceso de peso logra hacer presión en la vejiga y debilita los músculos con el pasar del tiempo.
- Cirugía. Algunas intervenciones quirúrgicas como la histerectomía, pueden dañar los músculos del suelo pélvico.
- Medicamentos. Existen efectos secundarios de algunos fármacos que suelen provocar pérdida de orina (entre ellos los diuréticos). Los pacientes con cirrosis hepática, insuficiencia cardiaca, hipertensión y ciertas enfermedades renales son propensos a ello.
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- Infecciones. Las infecciones recurrentes del tracto urinario y la vejiga, acaban desarrollando incontinencia urinaria con el pasar del tiempo.
- Menopausia. Al culminar este ciclo marcado en las mujeres, muchas de ellas dejan de producir estrógeno. Esta hormona ayuda a conservar sana la membrana que recubre la vejiga y la uretra; por lo que su déficit con el tiempo dará paso a la incontinencia.
- Embarazo. El peso del feto y los cambios hormonales, pueden dar paso a la incontinencia urinaria de la mujer gestante.
- Problemas de próstata. El agrandamiento de la glándula prostática en los hombres, ocasiona incontinencia urinaria. Esta afección es conocida como hiperplasia prostática benigna.
Síntomas
Teniendo en cuenta que la incontinencia urinaria es básicamente un síntoma relacionado a otro problema de salud; a continuación, se describen las características que el paciente experimenta ante esta alteración:
Orinarse mientras descansa.
Presión o espasmos en la zona pélvica.
Ir con mayor frecuencia al baño (unas 8 veces en el día y 2 durante la noche).
Fases de la incontinencia urinaria
Evidentemente la acción de orinar es una función que ofrece el tracto urinario inferior para vaciar la vejiga, cuando ésta ha llegado al máximo de su capacidad fisiológica.
En este sentido, el proceso de micción se divide en dos fases:
Fase de llenado
En esta fase la vejiga se amolda al aumento paulatino de orina que le llega por medio de los uréteres. Este ritmo de llenado depende de varios factores individuales y ambientales.
De igual forma, la capacidad vesical es individual; aunque en promedio, una vejiga normal posee una con capacidad de entre 350ml a 500ml.
Fase de vaciado vesical
Cuando esta capacidad ha sido alcanzada y no existe ninguna barrera u obstrucción, el individuo inicia su fase de vaciado vesical en donde el esfínter externo se relaja de forma voluntaria, la uretra se abre y el detrusor se contrae al tiempo que se relaja el cuello vesical.
¿La incontinencia urinaria tiene tratamiento?
En la actualidad, existen muchas alternativas para tratar este problema y su tratamiento va a depender de la causa que lo origine. Entre ellos tenemos:
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- Tratamiento farmacológico. Especialmente útil en casos de incontinencia de esfuerzo y de urgencia.
- Tratamiento conservador. En estos casos se evalúan las medidas higiénico-dietéticas, modificación de las conductas y rehabilitación del suelo pélvico.
- Tratamiento quirúrgico. Se trata de una cirugía mínima invasiva, la cual resuelve lo que los tratamientos anteriores no consiguieron. Tiene una duración de 25 minutos y se realiza bajo anestesia local o epidural; introduciendo una malla que se integra al organismo.
Este procedimiento ha arrojado muy buenos resultados, cesando por completo la incontinencia. Sin embargo, el paciente debe guardar reposo y no hacer esfuerzo durante un mes luego de la intervención. - Visitas programadas. Ayuda a mejorar la incontinencia por rebosamiento y por urgencia. Básicamente, consiste en ir al baño cada cierto tiempo sin esperar sentir ganas; poco a poco el intervalo de visitas se irá ajustando.
- Auto sondaje intermitente. A estos pacientes se les introduce a través de la uretra una sonda hasta la vejiga, de manera que sea posible lograr el vaciado completo y así evitar fugas de orina. Este tratamiento es usado principalmente cuando existe daño neuronal o de los nervios que controlan la micción.
- Estimulación eléctrica intravaginal. Logra contraer el suelo pélvico usando la estimulación de los nervios involucrados, por medio de un electrodo intravaginal.
¿Cuándo ir al médico?
Aunque hablar de este asunto te resulte penoso, es importante buscar ayuda profesional cuanto antes para encontrar una solución (que quizás es más simple de lo que imaginas).
El especialista en urología es la persona indicada para responder tus interrogantes y aclarar esas inquietudes que pueden causarte angustia, alteración o depresión.
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- Aumento del riesgo de caídas en adultos mayores.
- Desarrollo de infecciones subyacentes.
- Limitaciones para cumplir con tareas cotidianas, repercutiendo de manera negativa en tu estilo de vida.
- Necesidad de orinar, pero no puedes hacerlo.
- Un chorro de orina que disminuye su potencia.
- Sensación de que la vejiga no se vacía por completo.
¿Cómo prevenir la incontinencia urinaria?
Aunque no siempre se puede prevenir la incontinencia urinaria, sí hay maneras de minimizar su riesgo; entre ellas:
- Mantener un peso saludable.
- Evitar el consumo excesivo de tabaco y alcohol.
- Practicar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico.
- Evitar el consumo de alimentos irritantes para la vejiga.
- Consumir alimentos ricos en fibra.
- Reducir el consumo de productos y medicamentos diuréticos.
- No ingerir comidas picantes.
- No hacer presión al orinar (esto debilita más rápido los músculos del suelo pélvico).
- Reducir el consumo de bebidas como el café y bebidas carbonatadas.
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