¿Cuánta orina almacena la vejiga? ¿qué cantidad de agua debo consumir a diario? ¿Por qué es importante orinar varias veces al día?… Descúbrelo con nosotros.
¿Qué es la vejiga y cuál es su función?
Si se quiere conocer cuánta orina almacena la vejiga; debemos iniciar por saber qué es y para qué sirve esta estructura del cuerpo.
La vejiga es un órgano con paredes musculares que forman una especie de bolsa hueca. Anatómicamente se encuentra ubicada detrás del hueso pélvico y es una de las partes principales del sistema urinario; constituido también por dos riñones, dos uréteres y una uretra.
Su funcionamiento es controlado por el sistema simpático y parasimpático. Mientras que el sistema parasimpático se encarga de estimular el flujo de la orina; el sistema simpático ayuda a retenerla al relajar sus paredes, mientras contrae el cuello que conduce a la uretra.
¿Cuál es la capacidad de almacenamiento de orina en una vejiga sana?
Sin duda, la capacidad de almacenamiento que puede tener la vejiga, varía según la edad y sexo de cada persona.
En este sentido, si nos referimos a un hombre adulto, su capacidad vesical máxima puede alcanzar entre 500 y 600 ml.
Por otro lado, en el caso de las mujeres ésta oscilaría entre 350 y 450 ml; con un incremento progresivo de entre 10 y 30% conforme avanza en edad.
Asimismo, si existe una retención aguda de orina; es probable que se produzca un incremento de dos a tres litros de orina almacenada.
¿Por qué no es correcto aguantar las ganas de orinar?
Contener o aguantar las ganas de orinar, puede ocasionar problemas para la salud de tu vejiga; siendo las infecciones urinarias una de las consecuencias más frecuentes que además puede conducir a otras complicaciones.
Básicamente, las ganas de orinar durante el día pueden llegar a repetirse entre 6 y 7 veces como máximo; mientras que en la noche, solo una vez.
Cuando existe la necesidad repetitiva de orinar durante el descanso nocturno, es señal de que algo no está bien y debes consultarlo.
De hecho, existen diferentes factores que se relacionan con la micción frecuente, pero los más comunes tienen que ver con infecciones urinarias, lesiones o irritación de la vejiga.
¿Cuántas veces debo orinar al día?
Existe una relación directamente proporcional entre el consumo de líquidos y las ganas de orinar. En promedio, una persona debe ir al baño cada 2 o 3 horas; pero si la carga de líquido excede los 3 litros recomendados para el consumo diario, por supuesto que estas ganas aumentarán.
Sin embargo, la diuresis diaria normal se ubica entre 1,5 y 3 litros al día en un adulto sano. Por supuesto, existen factores que inciden en el incremento o disminución de la cantidad de orina producida; entre ellos la actividad física, esfuerzos o condiciones climáticas.
Hidratación correcta y saludable
Los requerimientos de agua en cada persona varían mucho en función de su edad, sexo, condiciones ambientales, actividad física, práctica deportiva o condiciones de salud.
Según cada necesidad, el consumo de agua puede estar sujeto a ciertas pautas que aseguren una correcta hidratación.
En particular, debe existir un equilibrio entre la cantidad ingerida y la pérdida de agua a través de los diferentes órganos del cuerpo; entre ellos los riñones, los pulmones o la piel.
Pérdidas por función renal
La función que produce mayor pérdida de agua en el cuerpo se origina en los riñones.
Se estima que estos órganos consumen alrededor de un litro y medio de agua por día; cifra que varía según las condiciones atmosféricas externas o algún problema de salud propio del individuo.
Pérdidas por función respiratoria
De la misma manera, los pulmones también se cuentan entre los principales órganos consumidores de líquidos.
A través de nuestros pulmones se produce una pérdida normal de 300 a 400 ml de agua por día; un rango que de igual forma está sujeto a variaciones si se toma en consideración el ejercicio físico, la permanencia en ambientes fríos, sudoración o fiebre.
Pérdidas por vías digestivas
Por su parte, el estómago y todos los procesos que ocurren para que se complete la digestión; son otro consumidor de agua importante dentro del organismo.
Asimismo, las vías digestivas pueden presentar pérdidas extraordinarias debido a condiciones patológicas adversas, como las evacuaciones líquidas y vómitos.
Pérdidas por vía cutánea
Finalmente, el órgano de mayor extensión de nuestro cuerpo contiene una gran cantidad de agua para conservar sus propiedades y brindar una apariencia saludable.
Además, si se producen quemaduras u otros procesos sépticos que causen fiebre; la pérdida de agua a través de la piel aumentará.
Por último, es importante destacar que la ingesta y pérdida de líquidos son compensadas a diario de forma natural. No obstante, se debe prestar atención a variaciones en la demanda de agua que puedan desajustar este equilibrio (las condiciones de trabajo físico son un claro ejemplo de esto).
La sed es una señal fisiológica que nos recuerda que debemos ingerir agua para recuperar las pérdidas durante periodos cortos.
Sin embargo, no siempre prestamos atención a esta alerta y tampoco es una guía adecuada en bebés, deportistas, trabajadores, enfermos o ancianos; entre quienes resulta ideal establecer alarmas programadas.
Por otro lado, las personas que se encuentran en regímenes dietéticos especiales para controlar la ingesta calórica o el peso, deben consumir mucha agua y bebidas bajas o libres de calorías.
En conclusión, las necesidades de hidratación de una persona deben satisfacerse principalmente a partir del agua.
Si además sumas la humedad contenida en frutas y verduras con el aporte calórico de una alimentación balanceada; podrás mantener un balance sano entre energía e hidratación.