LAPAROSCOPÍA UROLÓGICA
Laparoscopía Urológica; procedimiento, ventajas y recomendaciones
En la actualidad, hablar de laparoscopia urológica es referir una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que permite llevar a cabo cirugías o inspecciones abdominales a través de pequeñas incisiones. En consecuencia, se trata de un procedimiento de vanguardia con una recuperación mucho más rápida gracias a su bajo índice de lesiones.
¿Cómo prepararse para una laparoscopia?
Como ya sabes, la laparoscopia es una técnica poco invasiva que puede aplicarse tanto como procedimiento diagnóstico, como terapéutico.
En urología, su aplicación se orienta básicamente a la atención de patologías de la próstata y renales; siendo los procedimientos más comunes la cirugía de cáncer de próstata, cáncer vesical, cáncer renal o litiasis renales.
Sin embargo, no todos los pacientes cuentan con las condiciones que les permitan ser elegibles para una laparoscopia urológica (un claro ejemplo de estos casos lo constituyen los pacientes con obesidad mórbida o quienes padecen de alguna enfermedad pulmonar obstructiva crónica – EPOC).
Es por ello que el paciente debe someterse a análisis clínicos y controlar su estado de salud antes de la intervención. Cuando el médico le considere apto, se programa la cirugía y finalmente dará algunas recomendaciones adicionales al paciente; entre ellas, el ayuno durante varias horas antes del procedimiento.
¿Cuándo está indicada una laparoscopia urológica?
- Cirugía Pélvica. Cirugía prostática (hiperplasia y cáncer de próstata), cáncer vesical, cirugía del piso pélvico por prolapso de órganos (cistocele y prolapso uterino), nefrectomía parcial y total.
- Cirugía de la Vía Urinaria Superior. Cáncer renal, pieloplastia, algunos casos de litiasis intrarrenales.
- Diagnóstico de diferentes patologías. El laparoscopio posee un sistema de cámara con una fuente de luz en el extremo que facilita al especialista la observación directa de las estructuras internas de las vías urinarias y sus condiciones.
En contraste, algunos pacientes presentan condiciones específicas que los clasifica como no es elegible para este tipo de intervención (cirugías previas, obesidad mórbida por mencionar algunos casos); información que debe ser suministrada por el especialista tras una evaluación previa.
¿Cómo se realiza una intervención con laparoscopia urológica?
En primer lugar se realiza una pequeña incisión de no más de 1,5 cm para introducir a través de ella el equipo (laparoscopio) con el cual se iniciará la exploración. Después de esto es probable que se amerite ingresar por uno o dos puntos más, pero todo dependerá del procedimiento en sí mismo.
A partir de este momento, el médico podrá comenzar a visualizar los órganos internos a través de un monitor que recibe las imágenes en vivo de la cámara; lo cual le permitirá tomar muestras o hacer la intervención necesaria para resolver el problema.
Por otro lado, en ocasiones puede inyectarse CO2 para mejorar la visualización de algunas estructuras internas.
Posibles complicaciones en una laparoscopia
Sin duda toda intervención por sencilla que parezca, implica riesgos. Es por ello que la laparoscopia también advierte de posibles complicaciones que, aunque no es lo común, deben ser de pleno conocimiento por parte del paciente. Las principales son:
- Infecciones: Todo paciente sometido a una laparoscopia urológica recibe dosis de antibióticos vía endovenosa. Esto permite disminuir la posibilidad de desarrollar alguna infección que pueda afectar negativamente su evolución.
- Sangrado: Siempre que se practique algún tipo de intervención quirúrgica, existe riesgo de sangrado. Es por ello que la transfusión sanguínea puede ser necesaria en el 5% de los pacientes y el equipo médico se prepara para ello.
- Daño a otros órganos: En ocasiones puede producirse alguna lesión involuntaria sobre nervios, músculos u órganos adyacentes a la zona de intervención. Más allá de los cuidados con los que proceda el médico, son situaciones que se presentan en un mínimo de casos.
- Convertirse en cirugía convencional: Si el procedimiento presenta dificultades durante su ejecución, el especialista puede verse comprometido a revertir la intervención y realiza una cirugía convencional. Más allá de las preferencias del paciente, en estos casos se trata de salvaguardar su vida.
¿Cuáles son las principales ventajas de la laparoscopia urológica?
- Reduce las probabilidades de desarrollar infecciones.
- Puede emplearse como método diagnóstico y/o terapéutico.
- No quedan cicatrices visibles en el paciente.
- El postoperatorio es mucho más corto en comparación a la cirugía convencional.
- Minimiza en gran medida el dolor y las molestias de la cirugía.
- El índice de lesiones viscerales es casi nulo.
¿Qué implica el postoperatorio de una laparoscopia urológica?
Básicamente el paciente intervenido con laparoscopia urológica deberá cumplir con las indicaciones de su especialista para evitar molestias propias del proceso quirúrgico.
De hecho, si bien es cierto que estos procedimientos no dejan una amplia cicatriz visible y la incomodidad es mucho menor a la que produce la cirugía convencional; de cualquier forma se realiza el abordaje de órganos en el interior del cuerpo y esto puede provocar una sensación de malestar.
En consecuencia, el paciente puede volver a casa de forma inmediata o en un lapso no mayor de 24 horas; pero debe cumplir tratamiento y mantenerse en contacto con su médico para llevar a cabo los controles de rigor.
Por último, aunque en este tipo de cirugía las complicaciones son poco frecuentes; el control postoperatorio garantizará que todo marche según lo previsto y sea posible tomar acciones correctivas de manera oportuna dado el caso.
Preguntas frecuentes
En nuestras preguntas frecuentes puedes revisar algunos datos adicionales que te ayudarán a tomar una mejor decisión, si aún tienes dudas respecto a la laparoscopia urológica.
¿Cuánto tiempo de reposo es necesario por la laparoscopia?
Indiscutiblemente, el principal beneficio de esta técnica es que ofrece una rápida recuperación, en comparación con la cirugía convencional. Por consiguiente, en muchos casos el paciente podrá salir de alta médica el mismo día de la intervención.
Sin embargo, algunas personas pueden requerir observación según su condición particular; por lo que quedarían recluidas por un lapso de 24 horas.
Tan pronto como el paciente es dado de alta, no necesitará realizar una rutina especial de cuidados más allá de las indicaciones del especialista; que incluyen por supuesto, diferir cualquier actividad rigurosa o que implique esfuerzos hasta 4 semanas después de la intervención.
¿Qué tipo de anestesia se usa para la laparoscopia?
Generalmente el procedimiento de laparoscopia es realizado bajo anestesia general y el paciente no siente dolor, ya que queda profundamente dormido (inconsciente). Este efecto se mantiene alrededor de 2 horas luego de la intervención y previo a su aplicación, el paciente debe ser sometido a estudios como radiografía de tórax, análisis de sangre y electrocardiograma.
Sin embargo, en ocasiones el médico puede elegir el uso de anestesia local o sedación; pero es algo que quedará a su criterio según el caso.
¿Cuánto dura una laparoscopia urológica?
Según sea el fin por el que se realice el procedimiento, la laparoscopia urológica puede tener una duración variable; que puede oscilar entre unos pocos minutos, hasta intervenciones largas que requieran 5 o más horas para su culminación.