Herpes genital
Herpes genital; síntomas, diagnóstico y tratamiento
Después del contagio con el virus del herpes simple; la aparición del herpes genital es una infección de transmisión sexual que aun permaneciendo inactiva, puede presentar manifestaciones recurrentes por el resto de la vida.
¿Qué es el herpes genital?
Antes que nada, el herpes genital es una enfermedad infecciosa de transmisión sexual que produce lesiones ulcerosas en los genitales de la persona contagiada sin diferenciar su sexo. Sin duda se trata de una patología molesta y dolorosa cuando las úlceras genitales aparecen; no obstante, por alguna razón algunos pacientes no desarrollan dichas lesiones y su condición puede pasar desapercibida.
Sin embargo, aun cuando una persona contagiada no manifieste los síntomas de la enfermedad; es perfectamente capaz de transmitir el virus a sus parejas sexuales.
Síntomas
Básicamente, en los pacientes que desarrollan las lesiones, estas pueden aparecer entre los 3 y 12 días después del contagio. En consecuencia, el herpes genital puede aparecer en las siguientes zonas:
- En el hombre afecta el cuerpo, glande y prepucio del pene.
- En la mujer; vagina, clítoris y cuello uterino.
- Región perianal y rectal (en pacientes que practican sexo anal).
En cualquier caso, los síntomas que presenta el paciente con herpes genital, son los siguientes:
- Pequeñas ampollas dispersas o juntas en algunas zonas.
- Úlceras que pueden sangrar y resultar especialmente dolorosas (incluso simplemente al orinar).
- Aparición de costras a medida que las úlceras cicatrizan.
Diagnóstico
Durante la etapa de diagnóstico, el especialista solicitará algunos estudios que permitan confirmar la existencia del virus. En este sentido, cuando hay lesiones ulcerosas debe hacerse la toma de muestra del líquido que estas emanan; la cual es sometida a cultivo para su análisis.
Por otro lado, las pruebas serológicas son un recurso importante para llevar a cabo el diagnóstico cuando no existen lesiones sospechosas o en el caso de mujeres embarazadas, si existe alguna sospecha; ya que pueden llegar a contagiar al bebé al momento del nacimiento.
Asimismo, existen otras pruebas especiales (la prueba de reacción en cadena de la polimerasa o PCR es una de ellas); que permiten identificar la presencia del virus y su tipo dentro de la cadena de ADN.
Tratamiento
Aun cuando ya hemos mencionado que es una enfermedad que no tiene cura, el herpes genital es tratado con antivirales que reducen los síntomas y en ocasiones la diseminación del virus.
Es por ello que la dosis es variable según la condición del paciente y puede indicarse tratamiento en personas asintomáticas para reducir la frecuencia de los episodios o la gravedad de las lesiones. Finalmente, un aspecto importante a tener en cuenta es la salud de la pareja; ya que una persona sexualmente activa que se ha contagiado con el virus, debe procurar que ésta se someta de igual forma al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
Por último, en caso de requerir información adicional sobre este u otros temas; recuerda que solo un profesional calificado puede ayudarte a aclarar las dudas y aplicar los procedimientos necesarios para asegurar tu estado de salud.