PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE UROLOGÍA

Además de esto, es el especialista responsable de identificar y atender cualquier condición que se presente en el aparato reproductor masculino; motivo por el cual la especialidad suele asociarse principalmente a hombres. En las próximas líneas encontrará la respuesta a ciertas inquietudes que suelen presentarse entre los pacientes y que pueden resultar útiles para usted antes de solicitar una cita con su Urólogo en Panamá.

¿Qué es un estudio urodinámico y para qué se realiza?

Es una prueba que se aplica generalmente en urología cuando existen problemas de incontinencia urinaria o prolapso de los órganos pélvicos. Se focaliza en analizar la función de la vejiga y el tracto urinario inferior; realizando diversas pruebas para determinar el caudal o flujo de orina que es capaz de producir el organismo por sí mismo (flujometría), el funcionamiento y capacidad de la vejiga mientras se llena (cistomanometría) y las presiones que se generan al momento del control del esfínter (test de presión).

¿Qué es y para qué se realiza una cistoscopia?

Es un examen que permite explorar la vejiga y la uretra. Puede ser solicitado por varios motivos y se realiza empleando un cistoscopio, que es un tubo delgado con una pequeña cámara en el extremo que se introduce a través del meato urinario.

Este procedimiento puede ayudar a diagnosticar varias patologías (inflamación, cálculos o cáncer en la vejiga; agrandamiento de la próstata; entre otros) o a investigar el origen de ciertos síntomas que viene presentando el paciente (incontinencia, vejiga hiperactiva o hematuria). En ocasiones, el especialista puede solicitar junto a este estudio una ureteroscopia, la cual le permitirá complementar el recorrido exploratorio hasta los uréteres.

¿Por qué puedo tener presencia de sangre en la orina?

La hematuria puede ser un síntoma de alerta ante ciertas enfermedades; algunas tan comunes como la infección urinaria; otras un poco más complejas como la litiasis renal, prostatitis, hiperplasia benigna de próstata, insuficiencia renal crónica e incluso cáncer. Existen ciertos trastornos hematológicos que también pueden producir sangrado a través de la orina. Sea cual fuere el caso, se recomienda visitar al especialista quien seguramente podrá cotejar este síntoma con algún otro y solicitará los exámenes específicos para determinar las causas e indicar tratamiento.

¿Cuáles son las causas por las cuales se produce la incontinencia urinaria?

Lo primero que debemos saber es que existen diversos tipos de incontinencia urinaria y cada una de ellas se presenta por motivos diferentes:

• Incontinencia por estrés o esfuerzo. Afecta a hombres y mujeres de cualquier edad y es el tipo más común. Se produce por cambios en la presión abdominal ocasionados por procesos respiratorios crónicos, obesidad, estreñimiento o lesiones del cuello vesical. También es común que en las mujeres ocurra luego del embarazo, parto vaginal e histerectomía.
• Incontinencia de urgencia. Necesidad repentina que generalmente deriva en un escape de orina no controlado. Ciertos trastornos neurológicos y metabólicos como la diabetes o el Parkinson, patologías inflamatorias o irritativas vesicales y el consumo de sustancias estimulantes o fármacos suelen producir este tipo de condición.
• Incontinencia mixta. Presenta características de las 2 anteriores; por lo que las causas asociadas suelen estar relacionadas también con las indicadas en cada caso.
• Incontinencia por rebosamiento. Más frecuente en hombres, ocurre cuando la cantidad de orina supera la capacidad de la vejiga y se “desborda”. Las causas generalmente son por alguna condición que ocasiona obstrucción.

¿Por qué cambia el color de la orina?

La orina posee una coloración normal amarillo pálido. Si se incrementa o reduce la cantidad de líquidos que se ingiere, las concentraciones varían y se intensifica o aclara su color. Es importante prestar atención a ciertos cambios como orina turbia, marrón, rosada, verde, naranja…que pueden ser generados por algún alimento o fármaco de consumo reciente; aunque también podrían estar indicando alguna patología que comienza a manifestarse.

¿Cuánto tiempo se puede aguantar las ganas de orinar?

La capacidad de “aguante” varía de una persona a otra y por supuesto de la cantidad de líquidos que se consume. En este sentido, un individuo en condiciones normales debe ser capaz de tolerar sin problemas entre 2 y 3 horas antes de volver a sentir la necesidad de orinar.

Exceder el tiempo o forzar ese aguante puede ocasionar infecciones urinarias así como otro tipo de problemas a mediano y largo plazo; en algunos casos derivando en incontinencia urinaria por afectación del esfínter.

Los cálculos son masas sólidas que se producen a partir de la acumulación de minerales y sales. El principal factor de riesgo para su aparición es el consumo insuficiente de líquidos; esto hace que la producción de orina se reduzca generando mayor concentración de dichos minerales, los cuales finalmente se cristalizan y compactan. Existen otros factores ambientales y genéticos, así como malos hábitos alimenticios que también influyen en la aparición de cálculos renales.

Los litos en formación son pequeños granos generalmente eliminados a través de la orina, pero cuando su tamaño aumenta y no son expulsados con facilidad, comienzan a generar complicaciones que deben ser analizadas por un especialista.

Es la terapia de sustitución renal con la cual se trata al paciente cuyos riñones dejaron de funcionar (insuficiencia renal). En estos casos, la persona debe someterse a una rutina que consiste en hacer pasar su sangre a través de un filtro exterior (máquina de diálisis / dializador) que reemplaza en cierta forma la función de los riñones enfermos, permitiendo que las toxinas y el exceso de líquido sean eliminados.

Sí. De hecho, cerca del 85% de los donadores alrededor del mundo son personas fallecidas o con muerte cerebral, a quienes se les extraen los órganos siguiendo estrictos protocolos para su óptima conservación.

Esta prueba debe ser realizada cuando se inician los chequeos de próstata; es decir, luego de los 45 años en hombres de raza negra o que poseen algún tipo de antecedente familiar predisponente y a partir de los 50 en el individuo promedio. El tacto rectal le permite al especialista palpar para conocer tamaño y condición de la glándula prostática, siendo posible la detección precoz de alguna anomalía como la hiperplasia benigna de próstata, prostatitis o cáncer.

El antígeno prostático específico (PSA por sus siglas en inglés) es una proteína que se produce en la próstata y pasa al torrente sanguíneo en una mínima proporción, la cual se incrementa en aquellos casos de hombres con edad avanzada y próstata enferma. Aun cuando no es elemento concluyente para diagnosticar el cáncer, es un indicador que debe ser monitoreado para alertar cualquier variación, ya que también puede relacionarse con otras patologías de la glándula; razón por la cual este examen se solicita una vez iniciados los chequeos de la próstata.

El crecimiento de la próstata a partir de los 50 años, es una condición que predispone la aparición de ciertas enfermedades, siendo las más comunes:

• Prostatitis. Es una inflamación de la glándula prostática que se produce a causa de una infección, generalmente de origen bacteriano.
• Hiperplasia Benigna de Próstata. No es más que el crecimiento de la próstata a medida que aumenta la edad. Es muy variable de un individuo a otro, pero suele comprimir la uretra y comienzan a presentarse alteraciones al orinar.

La experiencia nos caracteriza

Profesionalismo en todo momento

El Dr. Mario es reconocido por ser pionero al realizar procedimientos de alta complejidad por primera vez en importantes instituciones del país entre los cuales se incluyen los siguientes procedimientos quirúrgicos de vanguardia:

• Pieloplastía laparoscópica, Hospital Santo Tomás y Hospital Regional de Veraguas.
• Nefrectomía parcial laparoscópica, Hospital Santo Tomás.
• Adenomectomía prostática laparoscópica extraperitoneal, Hospital Santo Tomás y Hospital Regional de Veraguas.
• Prostatectomías radicales laparoscópicas extraperitoneales, Hospital Regional De Veraguas.

En efecto, el cáncer de próstata ocupa el 2do lugar en cuanto a frecuencia entre la población masculina, de allí el llamado a realizar controles para su detección temprana. Otros tipos de cáncer que pueden presentarse en el aparato reproductor del hombre son el cáncer de pene, que comúnmente se desarrolla en el prepucio o zona del glande y el cáncer de testículo; casi siempre ubicado en las células germinales del mismo.

Un episodio aislado no es indicativo de alguna anomalía. Tanto la disfunción eréctil como la eyaculación precoz son condiciones que se presentan por múltiples causas: factores psicológicos, infecciones, consumo de ciertos medicamentos, enfermedades cardiovasculares, déficit hormonal y lesiones neurológicas. Algunos de estos casos pueden controlarse fácilmente con tratamiento, en otros la complejidad del diagnóstico dificulta un poco la consecución de resultados favorables.

Si la situación comienza a presentarse con cierta regularidad, es el momento de visitar al urólogo. Como especialista, éste realizará su evaluación e indicará los pasos a seguir incluyendo terapia, medicación o referencia a otras especialidades clínicas en aquellos casos que así lo ameriten; entre ellas neurología, psicología o psiquiatría.

El consumo indebido de esteroides anabólicos puede producir más perjuicios que beneficios. Además de afectar la salud mental del individuo generando efectos negativos como irritabilidad, delirio u obsesión; también puede producir daños en varios órganos como el hígado, agrandamiento del corazón y problemas renales.

En cuanto a la función sexual del hombre también pueden generar alteraciones como la disfunción eréctil, disminución del tamaño de los testículos, reduce la producción de esperma con riesgo de infertilidad e incrementa la probabilidad de desarrollar cáncer de próstata.

Esta intervención cuyo nombre quirúrgico es postectomía, se realiza principalmente por motivos culturales y religiosos. Existen ciertas polémicas sobre la práctica en sí misma, pero su principal ventaja tiene que ver con la higiene; ya que el pene circuncidado se mantiene limpio en el glande y no produce acumulación de esmegma, minimizando con ello la aparición de posibles infecciones.

Es una inflamación que se produce en el glande y el prepucio del pene principalmente por hongos, aunque también pueden ser de origen viral, bacteriano o alérgeno. Es muy común entre hombres no circuncidados que no realizan una correcta higiene de su zona genital.

Es una condición que suele presentarse en niños pequeños y generalmente desaparece durante la pubertad. En ella el testículo puede moverse entre el escroto y la ingle sin problemas, siendo posible guiarlo con la mano hasta su posición correcta; a diferencia del testículo no descendido el cual nunca entró en el escroto durante la etapa de desarrollo.

Más allá de un simple golpe que puede requerir reposo y analgésicos según su intensidad; las lesiones testiculares deben ser atendidas a la brevedad para evitar complicaciones, además que generan un dolor extremo, náuseas, vómitos e inflamación. Entre ellas tenemos:

• Torsión testicular. Es considerada una emergencia médica y ocurre cuando el testículo se retuerce en sí mismo e interrumpe la irrigación sanguínea.
• Ruptura testicular. Un caso menos común pero más grave, ocasiona sangrado dentro del escroto tras fuerte impacto que golpea el testículo contra el hueso púbico.