Catéter doble j en Panamá
La colocación de catéter doble j en la práctica médica actual, es un recurso de gran importancia para los especialistas; quienes deben procurar una constante actualización acerca de sus funciones y usos, métodos de colocación, complicaciones y recuperación en pacientes intervenidos.
¿Cuándo y por qué se utiliza el catéter doble J?
El catéter doble J o Pigtail es comúnmente usado en la especialidad médica de urología. Su forma de doble J o cola de cerdo en ambos extremos da origen al nombre de este instrumento.
En particular, se trata de un tubo flexible fabricado principalmente de silicona, poliuretano, uroflox, silitek y otras combinaciones. Sus medidas se encuentran normalmente entre 26 – 32 cm de longitud con 2 mm de espesor, y consta de pequeños orificios a lo largo de su cuerpo que facilitan un drenaje efectivo de la orina.
El urólogo lo coloca en el uréter (un conducto que conecta el riñón con la vejiga) con el objeto de incrementar o mejorar el drenaje de orina en un paciente que lo necesita para su recuperación.
Instrumentos que se emplean
Para la colocación de catéter doble j no se necesitan demasiados instrumentos, pero sí los más precisos. Entre ellos se encuentran:
Endoscopio
Cistoscopio rígido
Equipo radiológico con fluoroscopio
Pinza de extracción de catéter doble J
Equipo de anestesia (local, regional o general)
Guantes de látex
Colocación del Catéter doble J
Antes que nada, la colocación de este instrumento se realiza por vía endoscópica (uretral) sin necesidad de incisiones. El proceso se realiza en una sala quirúrgica con materiales / equipos estériles y el paciente bajo anestesia local, sedación regional o general.
En primer lugar, se coloca al paciente en posición de cúbito supino (boca arriba).
Luego se limpia y desinfecta la zona genital, para seguidamente introducir el cistoscopio a través del meato uretral hasta la vejiga; buscando a su vez la abertura hacia el uréter.
Una vez en este punto, se pasa un catéter que sirve de guía hasta llegar a la pelvis renal y se inyecta un líquido contrastado, para dar orientación exacta de la ubicación del catéter.
Este último paso se confirma por medio de imágenes radiológicas, para entonces proceder a pasar el catéter doble J enhebrado con el catéter guía; el cual será finalmente retirado junto al cistoscopio.
¿Cómo prepararse para este procedimiento?
Normalmente el especialista emite ciertas indicaciones que son comunicadas al paciente previo a su intervención.
Sin embargo, además del ayuno absoluto 8 horas antes del procedimiento y cualquier otra indicación médica; es importante que el paciente conserve la calma y mantenga una actitud positiva de cara al procedimiento.
De hecho, por tratarse de una intervención que no amerita incisiones, puede decirse que no existe una preparación exhaustiva; y en la mayoría de los casos, el paciente no opone resistencia alguna.
Retiro del catéter doble J
El retiro del catéter doble J es muy parecido al proceso de colocación, el cual por lo general se realiza de forma ambulatoria y con anestesia local.
Durante la colocación retiro de catéter doble J se introduce el cistoscopio por la uretra hasta llegar a la vejiga, pero en este caso con una pinza de extracción se captura el extremo distal del catéter y se va extrayendo poco a poco.
Es un proceso bastante rápido y sencillo, con un periodo de duración de pocos minutos que no ocasiona molestias graves al paciente.
Cuidados posteriores
Tras la colocación del catéter doble J, el paciente debe cuidar no extralimitarse con el ejercicio físico. Aunque hay registros de personas que han logrado hacerlo sin efectos secundarios, la recomendación siempre será no sobrepasar los límites.
De igual forma, es imprescindible estar atentos al tiempo de reemplazo del catéter; ya que, de no cumplirse, pueden surgir complicaciones.
En este aspecto, el médico puede proporcionar una mejor orientación y dado el caso, indicar la colocación de un catéter doble j de larga duración.
Riesgos
Básicamente existe una complicación que podría presentarse por la colocación de un catéter doble J y es la presencia de calcificación.
Se trata de la aparición de cristales adheridos a las paredes del catéter, que traen como consecuencia un taponamiento leve, moderado o severo de los orificios del mismo, lo que dificultará su extracción.
En estos casos es preciso acudir a técnicas endourológicas avanzadas que permiten fragmentar las calcificaciones y poder retirarlo exitosamente.
Por otro lado, existen riesgos menores entre los cuales es posible mencionar: Cólico nefrítico, dolor y molestias, infecciones urinarias recurrentes, ardor al orinar (cistitis), sangre en la orina (hematuria) o incontinencia urinaria.
¿Dónde aplica este tratamiento el Dr. Mario Herrera?
El Dr. Mario Herrera recomienda aplicar este procedimiento cuando exista una deficiencia uretral que impida el recorrido natural de la orina hasta la vejiga.
Por consiguiente, se debe prestar atención en caso de:
Cálculos renales
Enfermedades digestivas
Trastornos renales
Litiasis
Tumor
Compresión extrínseca
Estenosis
Inflamación
Lesión ureteral
Puedes solicitar la aplicación de este procedimiento en la sede más próxima a tu residencia. Contáctanos para obtener mayor información acerca de nuestra ubicación y agenda ya tu próxima consulta.