hidrocele
¿QUÉ ES UN HIDROCELE?
Es una patología clínica cuya caracteriza fundamental es la formación de masas de agua que se acumulan en la membrana alrededor del testículo, provocando inflamación.
Esta enfermedad es relativamente frecuente en niños recién nacidos, a quienes por lo general les desaparece a lo largo del primer año sin necesidad de intervención. No obstante, esta condición difiere entre la población adulta, siendo preciso realizar una cirugía al no existir ningún tratamiento farmacológico eficaz.
¿POR QUÉ SE PRODUCE UN HIDROCELE?
Las causas de la aparición de un hidrocele también guardan relación con la etapa de vida en la cual se presentan.
El caso de los recién nacidos tiene su origen durante el desarrollo gestacional, cuando el saco testicular del bebé en formación mantiene cierta retención de líquido al momento de cerrarse y por lo general debe ser absorbido en los primeros meses de vida. Se produce en cerca del 5% de bebés y es mayor su incidencia entre niños prematuros.
Durante la etapa adulta, sus causas resultan más diversas: Desde derivación de infecciones, traumatismos, presencia de tumores o enfermedades que ocasionan la retención de líquidos; como es el caso de la insuficiencia renal o hepática.
DIAGNÓSTICO.
Para hacer el diagnóstico, el especialista realiza una revisión física en donde se aplica algo de presión en la zona abdominal y escrotal para descartar la presencia de hernia inguinal.
También es frecuente aplicar luz a través del escroto, ya que si solo existe un líquido transparente en su interior, se iluminará e indicará que no hay quistes o formaciones sólidas.
La ecografía se usa para descartar posibles tumoraciones, hernias u otras causas de la inflamación; siendo esta la razón fundamental por la que el paciente acude al médico.
TRATAMIENTO.
Existen diferentes opciones de tratamiento que también varían según el origen de la condición:
- Los ejercicios de suelo pélvico o Kegel, tienen buena aceptación en cuanto a su grado de efectividad, pese a que existen detractores.
- Las terapias hormonales son otra alternativa que en muchos casos resulta bastante efectiva cuando se determina que la causa proviene de un déficit.
- La terapia psicológica, que idealmente debe realizarse en pareja; consiste en una serie de visitas al psicólogo, de manera que se pueda trabajar conjuntamente la atención del problema.
- También es posible aplicar tratamiento con fármacos; los cuales ayudan a regular el reflejo eyaculatorio.
- Una última opción que es considerada cuando no se obtienen resultados favorables con ninguno de los métodos anteriores es la cirugía; la cual permite al individuo recuperar considerablemente su control eyaculatorio, pero que debe ser debidamente orientada y sugerida por su médico tratante.
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