HIPERTENSIÓN EPIDIDIMARIA O BOLAS AZULES
La hipertensión epididimaria puede ser conocida con nombres más coloquiales en la jerga popular y su impacto en la sexualidad del varón puede ser alarmante.
¿Qué es la hipertensión epididimaria o bolas azules?
En particular, la hipertensión del epidídimo o síndrome de bolas azules (blue balls) es una condición que se presenta por congestión sanguínea en los testículos y próstata, luego de haberse producido una estimulación sexual excesiva.
En consecuencia, dicho estímulo hace que aumente el flujo sanguíneo hacia los testículos del individuo; provocando que la sangre acumulada pueda apreciarse de un tono azulado (de ahí el nombre coloquial).
Básicamente, se trata de un problema que experimenta el hombre después de su desarrollo a cualquier edad y puede ser provocado o no de manera intencional.
De hecho, es probable que la hipertensión epididimaria ocurra durante la noche luego de una erección espontánea (tumescencia peneal nocturna) o en hombres jóvenes que viven sus primeras experiencias o intereses sexuales, sin llegar a eyacular o lograr un orgasmo.
Síntomas de la hipertensión epididimaria o bolas azules
Aunque no todos los pacientes experimentan las mismas molestias; en general los síntomas que manifiesta una persona con hipertensión del epidídimo varían entre los siguientes:
Testículos ligeramente azulados.
Leve presión o pesadez testicular.
Dolor de moderado a intenso.
Dolor de cabeza.
Dolores musculares.
Malestar estomacal.
Mal humor.
Tratamiento de la hipertensión epididimaria o bolas azules
Obviamente es un método que presenta variaciones en función de la tecnología que se emplee y la experiencia del médico especialista; pero que en general comprende una sesión semanal hasta alcanzar entre 5 y 6 en total.
Tan pronto como se inicia su aplicación, se recorren diferentes puntos del pene (incluyendo la zona perineal) hasta recorrer todo el tejido involucrado en la función eréctil en un lapso que no excede 20 – 25 minutos por sesión.
Después de cada aplicación, el paciente retorna a su casa por sus propios medios, sin molestias, dolor u otros efectos adversos.
Tomar una ducha fría o aplicar terapia fría de forma local.
Practicar ejercicios (actividad física).
Ocupar la mente en alguna actividad que requiera concentración.
Reposar recostado y tratar de relajarse.
¿Es necesario acudir al médico por tener hipertensión epididimaria?
A pesar de que la hipertensión epididimaria puede considerarse un verdadero problema de salud sexual, no existe ningún fundamento científico que la relacione con complicaciones mayores o enfermedades severas.
Del mismo modo, aunque en la mayoría de los casos las molestias desaparecen en el corto plazo; algunos pacientes han llegado a padecer síntomas prolongados que acaban desapareciendo luego de varias horas.
No obstante, cuando esto no sucede y los rasgos característicos de esta condición se acentúan o están acompañados de molestias al orinar, disfunción eréctil, lesiones en la piel u otro tipo de cambios; lo más conveniente es realizar la consulta con el especialista.
En cualquier caso, si tú o algún integrante de tu entorno presenta dudas en relación a este u otros temas relacionados; contáctanos para reservar una cita en donde podrás aclarar tus inquietudes e iniciar el tratamiento que necesites.