Enuresis
Enuresis; síntomas, diagnóstico y tratamiento
La Enuresis o incontinencia nocturna, es la condición que se presenta en niños que no logran controlar la micción durante las horas de descanso nocturno, a una edad en la cual ya deberían poder hacerlo (normalmente, luego de los 5 años de edad).
En tanto que es una situación que incomoda y avergüenza al pequeño, no debe ser motivo de alarma para los padres; ya que en muchos casos esto logra ser controlado progresivamente, en la medida que se realiza el entrenamiento de la vejiga.
Sin embargo, las estadísticas demuestran que existe una muy pequeña porción de jóvenes que aún presentan este problema a finales de su adolescencia; además de ser un problema que afecta más frecuentemente a la población masculina.
Tipos y causas de la Enuresis
Antes que nada, es importante identificar los tipos de Enuresis que pueden llegar a presentarse:
- Enuresis primaria; es el caso más común e identifica a los niños que nunca han logrado controlar la micción nocturna.
- Enuresis secundaria; cuando el pequeño ha logrado antes controlar su vejiga; pero luego de 6 meses, vuelve a presentar el problema.
Aun cuando las causas de la incontinencia nocturna no están del todo establecidas, existen ciertos factores que han podido ser identificados y guardan relación con esta patología:
- Antecedentes familiares.
- Vejiga pequeña aún en desarrollo.
- Desequilibrio hormonal y/o genético.
- Infecciones en las vías urinarias.
- Alteraciones neurológicas.
- Situaciones familiares que generen estrés.
- Enfermedades de la vejiga o el riñón.
- Otras enfermedades (por ejemplo, la diabetes).
Síntomas
Básicamente, los síntomas se esta condición, son los siguientes:
- El niño moja la cama más allá de los 7 años o ha dejado de hacerlo y tiempo después ha vuelto a presentar el problema.
- Dolor al momento de orinarse la cama.
- Sed inusual.
- Dolores de cabeza.
- Heces duras y estreñimiento.
- Ronquidos.
- Dificultad para despertarse.
diagnóstico
En particular, para efectuar un diagnóstico asertivo de esta patología, es preciso contar con toda la información disponible.
En este sentido, el médico iniciará con una entrevista para conocer las referencias familiares y personales del paciente (cómo y cuánto orina, si presenta estreñimiento, patrones de sueño, horarios, comportamiento, situaciones de conflicto en el hogar, entre otros).
Luego se hará la revisión mediante un examen físico y es posible que se soliciten exámenes de orina para descartar la presencia de infecciones en las vías urinarias.
Entre los estudios que pueden ser solicitados en la fase de diagnóstico, se encuentran los siguientes:
- Análisis completo de orina.
- Urocultivo.
- Radiografías por contraste de vejiga y uretra.
- Ecografías.
- Urografía intravenosa.
TRATAMIENTO
De la misma manera que ocurre con otras enfermedades; antes de iniciar cualquier tratamiento, las causas del padecimiento deben haber sido muy bien identificadas. Además de esto, hay que resaltar que la Enuresis suele desaparecer espontáneamente y que quizá, luego de asistir a consulta y realizar todos los exámenes; el problema haya desaparecido sin mayor explicación.
Sin embargo, parte importante del tratamiento implica la atención psicológica del paciente; ya que a medida que éste crece, la vergüenza por mojar la cama puede acarrear problemas adicionales e inseguridades en el adolescente.
Igualmente, puede indicarse tratamiento farmacológico, así como la ejecución de ejercicios de la vejiga; que ayudarán a fortalecer el musculo y controlar la micción de una mejor manera. Por otra parte, existen dispositivos electrónicos (alarmas de Enuresis) que son colocados en la ropa interior del niño; y gracias a su detector de humedad, emiten un sonido o vibración que despierta al niño para ir a orinar.
En este sentido, se trata de un método progresivo y que además requiere el compromiso de los padres si se trata de niños aún pequeños que fácilmente pueden volver a dormirse. Finalmente, hay que tener en consideración algunos detalles que ayudarán a controlar la incontinencia nocturna; entre ellos reducir el consumo de líquidos en horas de la noche e incentivar el uso del baño varias veces al día; en especial, un par de veces antes de ir a la cama cada noche.